En esta entrada, voy a exponer mi personal opinión alrededor de la participación de empresas y ciudadanos en la contratación pública: la contratación participativa.
Esta entrada es la tercera de la serie que estaba compuesta de los siguientes elementos:
- La contratación electrónica
- La contratación estratégica
- La contratación participativa (esta entrada).
Esta visión de conjunto sobre la contratación, es la que nos permitiría entregar por parte del servicio de contratación unos resultados que puedan apoyar la sostenibilidad de un modelo social que actualmente aparece como desequilibrado.
La contratación pública: una visión explicada.
En mi opinión, la contratación pública es un servicio ofrecido por el sector público para dotar de bienes y servicios (contratar) a los departamentos de los organismos públicos para que, estos a su vez, puedan cumplir con sus obligaciones: dar servicios a ciudadanos y empresas.
Si analizamos todos los componentes de la contratación pública, solo algunos de ellos son específicos y propios de las funciones de la administración. En la compra pública intervienen tres estamentos, el político, el jurídico y el organizativo. Y se reparten entre ellos tres grandes áreas de actuación. Más o menos como sigue:
- el Por qué, y cuando compro, lo decide, más o menos, el órgano de contratación, que representa al estamento político.
- Como compro. Son los órganos jurídicos y de intervención, los que interpretan las normas y deciden como son los procedimientos para realizar las compras. Esta es la función netamente administrativa.
- A quién compro y como se materializa el procedimiento. Es la parte operativa, la que consigue la compra de la mejor forma posible.
Los ciudadanos y empresas, son los receptores del valor que genera este servicio. Si tenemos en cuenta que este servicio supone más del 20 % del PIB europeo y un coste cercano al 40 % del presupuesto de cualquier organismo del sector público, y que sus efectos (buenos o malos) repercuten de forma directa en la calidad de los servicios finales entregados por los departamentos, hemos de reconocer que estamos hablando de algo muy relevante que deberíamos cuidar entre todos. Los ciudadanos también. Y esa es la parte de contratación participativa.
La contratación puede ser una herramienta para el progreso social.
Un poco de contexto…
Las características centrales de las sociedades occidentales modernas son:
- las economías de mercado,
- los sistemas de bienestar relativamente extensos y
- el estado de derecho presidido por la democracia representativa.
Los tres elementos han sido objeto de críticas sostenidas en los últimos años. En esta entrada de la RSA (Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce) titulada Mente profunda y Reforma profunda , podéis leer los principales ataques que han venido experimentando estos tres elementos y sus consecuencias, así como cuales podrían ser las opciones para mejorarlos.
El resumen es que: ‘democracia, estado de bienestar y capitalismo financiero; ni puedo vivir con ellos, ni puedo vivir sin ellos ‘. Pero actualmente están desajustados.
Y como posible solución para arreglar su estado actual, se ofrece la coordinación de las tres formas activas que ya han dado resultado en las sociedades modernas:
- la jerarquía (el estado)
- la individualidad (el mercado) y
- la solidaridad (la justicia social y el sentido de pertenencia).
Entendidas como un sistema. Y no olvida un cuarto elemento que es el que quiere combatir: la fatalidad (la sensación de que no podemos evitar obtener colectivamente resultados que nadie quiere).
Su reflexión final es tratar de atacar el problema como una visión sistémica de las tres formas activas (pone ejemplos de que la colaboración entre estas tres formas ha obtenido los mejores resultados de la historia de la humanidad) y actuar siguiendo las técnicas del emprendimiento: no hay soluciones mágicas ni están escritas, hay que encontrarlas con perseverancia, ahínco, esfuerzo y sobre todo honestidad.
Y ahora, mi visión para que la contratación pública con sus tres dimensiones: electrónica, estratégica y participativa, colabore en generar un servicio de contratación que ayude en la solución expuesta en los párrafos anteriores.
La contratación participativa.
Es una herramienta que puede ayudar mucho a encontrar el cambio social que estamos buscando.
- El Estado puede aumentar las desigualdades, si no actúa con trasparencia, y permite la participación activa y responsable de los ciudadanos.
- El mercado tiende por naturaleza a la desigualdad, excepto si se ofrecen las mismas oportunidades a todos en un régimen de equilibrio de información (contratación pública e innovación), y
- la solidaridad y el refuerzo de la identidad (contratación con inclusión social y respeto al medio ambiente).
Los cambios no los producen las instituciones, los producen los valores. Si la sociedad es capaz de introducir y demandar estos valores (los que aparecen en las directivas de contratación) en una herramienta con tanto potencial como la contratación pública y ejerce control y rendición de cuentas, es posible que se puedan revertir algunas malas consecuencias que ahora estamos sufriendo, y mejorar los resultados del servicio de contratación.
Y esa es la razón fundamental para entender la contratación participativa.
Una contratación participativa que tiene que estar apoyada y soportada por la tecnología. Pero este elemento, la tecnología tal y como ha sido expuesto anteriormente, no es neutral. La tecnología tiene que estar regulada de forma dinámica para que ofrezca siempre el máximo beneficio social (también en la contratación), no el máximo beneficio empresarial. Sobre todo, teniendo en cuenta que terminaremos utilizando muchas de las nuevas tecnologías que están madurando como: la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, el blockchain, y el software libre.
Los ámbitos de actuación de la contratación participativa
Esta contratación participativa tiene que tener, en mi opinión, los siguientes ámbitos de actuación:
- Control sobre el proceso de contratación y en algunos casos incluso sobre el bien o servicio que se contrata. Se ha expresado en el reciente congreso de Ciudades democráticas en Medialab Prado (Amalio Rey ofrece unas píldoras en esta entrada) y Consulcon de la plataforma Decide Madrid. También hay que señalara la iniciativa de Civio con Medialab Prado para fomentar la innovación en el proceso de la contratación pública.
- Rendición de cuentas. Con datos que permitan a los ciudadanos y empresas conocer el empleo y la utilidad de sus impuestos. Blockchain puede ser una tecnología útil en este campo. Las iniciativas de Red Flags y los Pactos de integridad, fomentado por Trasparencia Internacional son de destacar.
- Datos en Open data, abiertos y conformes con el nuevo reglamento de protección de datos Europeo GDPR
- Explotación de datos para identificar mejoras posibles tanto del proceso como de los resultados de la contratación pública
Una reflexión
No es fácil, pero desde luego es posible.
La visión de un sistema, con muchas partes coordinadas entre sí, es la que nos permitirá pensar en todas las dimensiones de la contratación pública. La mejora del servicio vendrá por contemplar todas esas dimensiones. Sin excepción. Ya sabemos que para todo problema complejo (la contratación pública lo es), siempre hay una solución simple y equivocada.
El espíritu emprendedor de ir descubriendo y validando hipótesis, es la forma de encontrar mejores resultados de los que ahora tenemos.
Y en mi opinión, todo ello nos puede ayudar de una vez a abandonar definitivamente el fatalismo que nos impregna y que solo está en nuestras mentes.
En contratación pública podemos hacerlo mejor. Seguro.