La competitividad y la contratación pública electrónica.

 

En múltiples ocasiones hemos comentado que la contratación pública podría tener un impacto directo en los índices generales de la competitividad y la productividad de un país.

Es verdad, que a veces damos por ciertas muchas cosas sin tener que demostrar nada. Normalmente, suele ser porque las entradas debes ser concisas y claras, y no demasiado extensas.

Pero hoy vamos a tratar del asunto de la competitividad. Para que la próxima vez que menciones la posible influencia de la contratación pública en la competitividad y la productividad no haya que hacer un acto de fe, y solo haya que discutir los argumentos.

La competitividad

Para empezar vamos a tratar de poner en claro que es esto de la competitividad y como se mide. En esta entrada de el blog salmon se habla de los índices de competitividad y de como España esta empeorando en estos índices.

En esta imagen podéis ver los principales factores sobre los que se mide la competitividad divididos en

  • factores básicos,
  • factores de eficiencia,
  • factores de innovación

El primer elemento las instituciones, ya supone, que unas instituciones eficientes que mueven adecuadamente casi el 20 % del PIB, tendrán un impacto directo en el aumento de la competitividad. Recordad lo que decíamos en la entrada anterior del blog sobre las disfunciones de la contratación pública que pueden impedir el crecimiento económico.

Las referencias internacionales.

En el Instituto Mundial de la Competitividad (World Competitiveness Center), en el vídeo que podéis ver a continuación,  hacen un resumen de cuales son los factores que intervienen en la competitividad. De todos ellos hay un factor que prima sobre los demás: la cohesión social y la capacidad de los gobiernos de establecer las reglas de juego claras y limpias para que la iniciativa privada pueda desarrollarse y una capacidad de reequilibrar de forma transparente y con políticas apropiadas los desequilibrios que se puedan producir en el modelo.

En el vídeo se comentan los países que más competitividad consiguen y los que menos competitividad consiguen y al final del video sobre el minuto 4:45 se hace mención a los problemas de competitividad por los gobiernos europeos y sobre el minuto 5:00 se hacen las siguientes recomendaciones generales:

  • aumentar y fomentar la industria
  • fomentar la diversidad
  • fomentar la exportación
  • desarrollar las infraestructuras sobre todo en el ámbito de la tecnología
  • soportar la educación
  • ayudar a las PYMES
  • tener una disciplina fiscal
  • alcanzar la eficiencia en el gasto del gobierno.

Una reflexión final

No se trata pues de gastar más sino de gastar mejor y con una política que dirija el gasto de una forma coordinada a los objetivos que se persiguen: empleo, inclusión social, innovación, medio ambiente, redistribución, …. los que sean. Lo que también suele ser cierto es que no se pueden conseguir todos los objetivos a la vez.

Pero lo importante no es sólo diseñar una política de gasto, sino ejecutarla y obtener de forma inmediata la retrospectiva. Y es ahí, donde el formato electrónico es vital. Permite ejecutar las políticas diseñadas y permite conocer los resultados de forma inmediata. O casi.

Por tanto, en mi opinión,  la contratación pública y su transición al formato electrónico puede ayudar a la competitividad mejorando los siguientes puntos:

  • Mejora de la cohesión social a través del merito y la concurrencia real y el trato igualitario a todos los proveedores.
  • Mejora del gobierno general del estado.
  • Mayor capacidad de ayudar a las pymes, que son las que crean empleo e innovación.
  • Mayor aprovechamiento de los recursos (el 20 % del PIB)
  • Mayor innovación que se puede acelerar por el uso de la tecnología en las PYMES.
  • Mayor capacidad de diseño y ejecución de las políticas públicas basadas en la contratación publica: inclusión social, innovación, medio ambiente.

Pero, no hay resultados que merezcan la pena sin esfuerzo. y el esfuerzo para utilizar la contratación pública en el aumento de la competitividad requiere dos esfuerzos claros:

  • transición al formato electrónico (es el punto de partida)
  • profesionalización del servicio de compras públicas (es el mayor esfuerzo)

Y ninguno de los dos es fácil, ni inmediato. Los dos esfuerzos afectan tanto al liderazgo político como a la voluntad general de los participantes en la contratación pública para entender y ejercer su papel de forma responsable y coherente en función del volumen de recursos que mueven.

Y algo que definitivamente no ayuda a la competitividad son los sucesos a los que últimamente nos estamos acostumbrando, sobre corrupción, falta de transparencia o intereses que no son acorde con lo que se expresa para conseguir la confianza de los ciudadanos, como se comenta en esta entrada.

Como siempre los comentarios, tienen un valor incalculable para aprender. 

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