Las grandes tendencias en tecnología y la contratación pública electrónica

 

 

En un reciente curso sobre tecnologías de la información impartido en la Universidad Politécnica de Madrid en la Escuela Universitaria de Informática e  itSMF España, se han comentado las grandes tendencias de la tecnología de la información que están surgiendo con fuerza en esta industria.

En esta entrada quiero relacionar estas tendencias, ya maduras, con la contratación pública y como desde mi punto de vista pueden ayudar, no solo a la transición al formato electrónico sino, sobre todo a la profesionalización de la función de las compras pública.

Las tendencias en tecnología de la información.

Según Gartner, las cuatro grandes tendencias que se están afianzando en esta industria son:

El cloud,  La Nube, que representa la capacidad de que todos los productos de tecnología puedan ser ofrecidos como un servicio (acceso al valor sin necesidad de soportar la propiedad ni la infraestructura y requisitos técnicos que soportan el producto).

La movilidad:  Es imparable. Hoy en día todos llevamos con nosotros en nuestro teléfono móvil una potencia de proceso, de comunicaciones, y de almacenamiento, que nos hace tener unas capacidades muy superiores en cuanto a productividad, gestión, y en general nuestro rendimiento laboral y social.

El Big Data: De forma continua se producen información útil, estructurada y preparada para su proceso como nunca antes.  Toda esta información estructurada es directamente utilizable para entender, controlar y decidir con datos, sobre lo que está sucediendo y como pueden suceder las cosas.

Las redes sociales. Las relaciones sociales son cada vez más intensas, más cercanas, más honestas. Somos capaces de establecer relaciones en calidad y cantidad y sobre todo con quien queramos y para lo que queramos como nunca antes. Esto cambia las relaciones en cualquier ámbito, también en la contratación pública.

Las tendencias en contratación pública

Dado que la contratación publica tiene dos grandes áreas de actuación que se producirán en un futuro cercano y que son (en este orden)

  • la transición al formato electrónico y
  • la profesionalización de esta función,

vamos a ver cómo estas tendencias en tecnologías pueden cooperar, ayudar e influir en las tendencias de la contratación pública, y como ambas tendencias pueden retroalimentarse entre ellas de la forma más óptima posible.

El cloud,

Ayudará a que muchas (yo diría todas) las nuevas transiciones al formato electrónico (recordemos que va a ser obligatorio en un futuro muy próximo) , empiecen por este modelo. Es fácil, es barato y sobre todo es rápido y permite una transición sin riesgos tecnológicos. El único riesgo remanente,  es el de la gestión de la resistencia al cambio. Pero si el recurso del “cloud” me elimina el resto de los problemas, seguramente pueda concentrar mejor mis esfuerzos de gestión en esa resistencia al cambio que si tengo que además preocuparme de instalaciones, licencias,  proyectos, integraciones ….Además muy probablemente la obligatoriedad modificará sustancialmente la resistencia al cambio, que pasará de ser un obstáculo infranqueable a ser un reto adaptativo típico.

La movilidad:

Esta tendencia tiene que ver con darle a la clase política y dirigente la opción de poder conocer y gestionar muchos de los asuntos que tiene en su móvil o tableta. Es la oficina móvil de la contratación pública hecha realidad. Probablemente sea el cambio más lento pero el de mayor empuje en un futuro cercano. La movilidad es imparable, y también lo será en la contratación pública.

El big data. 

Como dice Genis Roca en una entrada de su blog:  El secreto del ‘big data’ son las ‘big questions’ , el problema de los datos no son las respuestas que la tecnología me puede ayudar a encontrar, sino hacer las preguntas adecuadas gracias a esta tecnología. No se trata de encontrar las respuestas sino de encontrar las nuevas preguntas que la sociedad está demandando y que aún no hemos sido capaces de formular.

El análisis de las compras utilizando datos en tiempo real, será la forma óptima de conocer cuales son los resultados de las políticas que se están diseñando  alrededor de la contratación pública. Además los cuadros de mando generaran una tracción para la mejora en un colectivo con una gran capacidad de adaptación, los funcionarios. Por tanto,  una vez que estas herramientas estratégicas estén implantadas se generará una mejora exponencial en los resultados de la contratación pública, tanto en sus procedimientos y plazos, como en los beneficios que se obtienen con la gestión y el formato electrónico.

Las redes sociales.

La profesionalización de la contratación pública (el otro gran reto pendiente además de la transición al formato electrónico) tiene a su vez dos grandes áreas de mejora pendiente:

  • La evaluación apropiada de las necesidades reales de cada administración y una correcta definición de los requerimientos de dichas necesidades, expresadas  junto con los criterios de selección y adjudicación adecuados, es decir una correcta gestión de la demanda,  y
  • alinear los compromisos de los posibles adjudicatarios con sus capacidades y sus motivaciones, o lo que es lo mismo  una correcta gestión de proveedores.

Sin estas dos áreas de mejora, la contratación pública, incluso en formato electrónico, seguirá siendo un procedimiento basado en el derecho administrativo y no generará los resultados esperables de la gestión adecuada del 20 % del PIB de cualquier sociedad. Hay que volver a insistir que el formato electrónico no es la meta, es el punto de partida.

La contratación pública actual, en mi opinión,  adolece de ambas capacidades en cantidad suficiente como para diseñar políticas que utilizando la contratación pública (es decir utilizando el 20 % del PIB de la Unión Europea), y las redes sociales ayuden a establecer relaciones útiles y beneficiosas para todas las partes (sociedad, administración y empresas).

Si las administraciones públicas aprendieran a utilizar las redes sociales en materia de contratación, tanto para la gestión de proveedores, como para la gestión de la demanda, no tengo duda de que se alcanzarían unas mejoras que ahora mismo no son ni siquiera imaginables.

De la teoría a la práctica. 

¿Y cuál es la ruta para avanzar hacia este nuevo entorno?.  ¿Cómo hacer esto?.

  • Lo primero el formato electrónico interoperable con estándares. Cuanto antes ya que va a ser obligatorio. Y utilizando el “cloud”. Es más fácil simplificar y trasformar en formato electrónico que en papel.
  • A la vez la formación en las nuevas habilidades necesarias, en administraciones y empresas: redes sociales y big data.
  • Iniciar un “programa de aprendizaje haciendo” que se generen profesionales en compras públicas, desde la nueva concepción expuesta: contratación y compras (derecho, sociedad  y economía). Estos profesionales ya no busca «papeles», ni auditan procedimientos. Diseñan políticas públicas asociadas a la contratación pública y buscan los resultados. 

Una reflexión final 

Una vez más vemos como el uso de las tecnologías de la información son un elemento habilitador y transformador para aumentar la productividad y alcanzar los resultados esperados, siempre y cuando las personas adecuadas, con las habilidades adecuadas usen las herramientas adecuadas en el sentido y con la dirección adecuada. Nadie ha dicho aún que todo esto vaya a ser fácil.

En este punto hay que volver a  insistir en que son las personas a través del uso de las tecnologías de la información, las que pueden hacer que todo esto suceda, y tal y como  se comentaba en el blog de Antonio Galindo en la entrada El empleado público del siglo XXI, hay que empezar a conocer y preparar en estas nuevas habilidades a las personas que intervienen en la contratación pública y que  tienen que dirigir y gestionar este importante sector de la economía.

 

1 comentario en «Las grandes tendencias en tecnología y la contratación pública electrónica»

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