El factor humano en la transición a la contratación pública electrónica.

 

 

Cuando empecé a trabajar en la administración pública, hacía finales de 1979, había una máquina de escribir en todos los puestos (bueno en casi todos).  Había secretarias que se dedicaban a pasar escritos a máquina, desde un borrador a mano o al dictado, y luego estábamos los administrativos y auxiliares que teníamos que usar máquinas de escribir en nuestro trabajo habitual.

Por aquel tiempo había personas que se negaban a escribir a máquina, era algo que quitaba prestigio, o por alguna otra razón.  Estas personas que no quisieron escribir a máquina, las de nivel administrativo y auxiliar, fueron poco a poco apartadas.

Después vinieron los ordenadores, que se utilizaban como máquinas de escribir más avanzadas, para producir papel, y pasó algo similar.

Ahora viene el formato electrónico, con un cambio disruptivo. Ya no se produce papel, ahora se producen expedientes, documentos, firmas electrónicas, notificaciones y registros electrónicos. Y hay que alcanzar rápidamente autonomía y competencia en el formato electrónico. Pero habrá personas que no querrán o que no sabremos atraer para que lo hagan.

Pero además, esta cambio no va a permitir que sigamos haciendo lo mismo pero en formato electrónico. Se producirá un desplazamiento hacia el tipo de trabajo que se va a pedir a las personas que intervienen en la contratación. El trabajo repetitivo y de control del procedimiento lo harán las máquinas. Buscar papeles o información (ahora se lleva más de 30 % de nuestro tiempo) lo harán las máquinas. Para aportar valor a la organización tendremos que aprender a utilizar las máquinas de forma tal que seamos capaces de aportar mucho más que las máquinas solas. Y este es un cambio que no es menor.

Para remarcar esta tendencia, echadle un vistazo a esta entrada de Enrique Dans, sobre la era de las máquinas.

Hay cambios que son opcionales o menores, pero estamos en medio de una transformación radical que ni es menor (no produce papel) ni es opcional (el entorno no me va a dejar que siga produciendo papel, o haciendo lo mismo pero en formato electrónico).

Esta es la parte más importante que hay que considerar cuando atendamos y tratemos el factor humano en la transición a la contratación pública electrónica. Es la parte en la que tenemos que entender la profesionalización del servicio de contratación como el esfuerzo, bastante general, pero muy bien gestionado y dirigido, para que las personas puedan utilizar las máquinas para aportar valor a la organización. El valor que la organización precisa. Que no es el mismo que estamos produciendo ahora.

Os dejo esta presentación sobre el tema de “aprender a aprender” que me ha parecido muy interesante para este asunto. Asunto en el que el formato electrónico solo es el punto de partida y no la meta.

Como siempre los comentarios, tienen un valor incalculable para aprender.

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