Hoy , como viene siendo habitual últimamente, la red , internet, y sus canales de información se hacían eco de un nuevo caso de corrupción relacionado con la contratación pública. Ya no tenemos espacio en nuestro interior para albergar tanta pesadumbre.
Era Guillermo Yañez en una entrada en el blog de es-publico, el que nos alertaba, que Google cuando buscas por los términos contratación pública te muestra resultados de corrupción. No es una señal, es una prueba.
En el blog nunca, que yo recuerde, hemos tratado sobre la corrupción, y si lo hemos hecho alguna vez ha sido siempre tratando de fomentar la parte contrataría de esta lacra: la transparencia.
Esta entrada quiero que sea muy corta. Solo para expresar una vez más mis opiniones acerca del papel de la contratación pública electrónica (función económica y social), como algo diferente en sus formas y posibilidades de la contratación pública (función del derecho administrativo). Con la misma esencia, pero con un papel mucho mayor en las sociedades modernas. Si movemos el 20 % de PIB con este servicio, no es difícil pensar que puede ser una autentica palanca de productividad y competitividad si lo hacemos bien.
Pero para hacerlo bien hay que utilizar el formato electrónico. Ya es patente que no podemos seguir esperando más. No se puede dilatar la transposición de la directiva. No se puede aducir que hay elecciones. Ni poner por delante más intereses que los generales. Hay que hacer la transición a la contratación pública electrónica ya.
El papel de la contratación pública.
- Dar las mejores opciones de compra de bienes y servicios a las administraciones públicas.
- Generar un espacio de mérito y concurrencia entre las empresas de cualquier tamaño, y aplicar los principios de la Small Business Act.
- Analizar el gasto y proponer mejoras en su naturaleza, su temporalidad y su oportunidad para generar ahorros y eficiencias más allá de la compra compulsiva.
- Diseñar políticas que permitan una redistribución equitativa en función de los méritos reales de cada empresa
- Ejecutar políticas de inclusión social, medio ambiente, e innovación efectivas y ajustadas a las posibilidades reales del servicio de contratación en coordinación con otros servicios de contratación en otras administraciones, locales, regionales, nacionales o estatales.
- Fomentar el uso de formatos interoperables que permitan la adopción real del formato electrónico en el comercio entre empresas B2B.
Probablemente, cualquiera de los hipotéticos lectores, considere que hay otros posibles roles que se le pueden imputar a la contratación pública electrónica, pero el único que será muy difícil imputarle es el de servir de refugio a la corrupción.
Solo me queda, pedir una vez más, que todos los actores que tenemos algo que hacer para fomentar el formato electrónico en la contratación pública, nos olvidemos de nuestros intereses particulares, y nos pongamos manos a la obra en la transición al formato electrónico, porque aunque es una obra ingente, los resultados, si lo hacemos bien, merecen la pena y nos beneficiarán a todos como sociedad: ciudadanos, políticos, funcionarios, trabajadores, empresarios….