Las administraciones públicas ya son conscientes desde hace tiempo que tienen que hacer la transición a la contratación pública electrónica, y es una transición que requerirá muchos elementos y bastantes esfuerzos para que se realice de forma óptima.
Lo primero en lo que pensaremos seguramente sea en una estrategia: una hoja de ruta que alinee los elementos que van a intervenir: sistemas de información, capacitación de las personas, cambio y adaptación de las estructuras, procedimientos que se acomoden al nuevo formato electrónico…. Pero no podemos olvidarnos de la cultura.
La cultura tiene que estar coordinada con la estrategia. La cultura es la forma en la que las personas se enfrentan a los problemas cotidianos. En la contratación publica esta forma de presentar los problemas cotidianos ha cambiado, debido al cambio de formato en el que tenemos los expedientes, los documentos y las firmas. Ha cambiado porque el procedimiento no solo está cambiando porque cambia la ley, sino porque cambia el formato que nos permite verificar y garantizar el cumplimiento de la ley.
La cultura o impulsa a la estrategia o la hace descarrilar. La cultura es el elemento que utilizan todas y cada una de las personas que componen el servicio de contratación para apoyar la estrategia de la transición a la contratación pública electrónica, o para hacer que esta estrategia sea papel mojado. El mojado también vale como adjetivo para el formato electrónico.
En este gráfico del blog Gestión del Cambio se reflejan la necesaria coordinación entre los elementos de la estrategia: Metas, Objetivos, Actividades y Resultados, con los de la Cultura: Valores, practicas, comportamientos y resultados.
El final de la cultura y la estrategia son los resultados, lo que queremos conseguir.
En esa entrada nos da una serie de recomendaciones para gestionar la cultura corporativa, que en mi opinión deben tenerse en cuenta a la hora de gestionar la cultura junto con la estrategia en la transición al formato electrónico de la contratación pública:
1.- Identificar un propósito más allá del resultado del cambio.
2.- Crear una visión compartida y una dirección común
3.- Visualizar el viaje del cambio.
4.- Involucrar a toda la organización.
5.- Tratar de hacer actividades entre todos (sentido de pertenencia)
6.- Compartir los resultados, comunicarlos
7.- Crear logros pequeños y visibles
8.- Medir pronto y muy frecuentemente.
No os olvidéis de la cultura a la hora de organizar la transición a la contratación pública electrónica. Y recordad que la cultura siempre está depositada en todas las personas de la organización como algo que comparten y aceptan de modo habitual y sin ningún esfuerzo de adaptación.
No es suficiente con pensar, diseñar y ejecutar una estrategia, hay que contar con la cultura para que la transición al formato electrónico de la contratación pública aparte de obligatoria, sea óptima.
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