Realizar la transición al formato electrónico de la contratación pública es el paso necesario pero no suficiente de la transformación digital de la contratación pública.
La transformación digital de la contratación pública es un cambio de modelo de negocio (la razón de ser del servicio de contratación). En mi opinión, este es el nuevo espíritu que tratan de esbozar los numerosos considerandos que aparecen al inicio de las nuevas directivas de contratación.
Este cambio tiene que transformar el actual procedimiento basado en el derecho administrativo en un procedimiento que proporcione una palanca de productividad al territorio que articula el sector público.
El procedimiento actual tiene como principios fundamentales la transparencia, la concurrencia y la igualdad de trato para gestionar los presupuestos públicos (aproximadamente el 20 % del PIB).
El nuevo procedimiento que trata de conseguir la transformación digital es una palanca de productividad que convierta este servicio de retorno en una herramienta de progreso y sostenibilidad, en el que además de los principios mencionados que persigue el derecho administrativo se consigan otros resultados como la inclusión social, la protección del medio ambiente, el fomento de la innovación, y el soporte al tejido productivo local en base a actividad comercial y no a subvenciones.
Cuando se produce un cambio del modelo de negocio, hay que cambiar la estructura de la organización. La estructura siempre se deriva de la estrategia definida para conseguir los objetivos. Nunca al revés. Y si hemos cambiado los objetivos y la estrategia (vamos a utilizar el formato electrónico, y queremos obtener una palanca de productividad) hay que cambiar la estructura y la forma de llevar a cabo el servicio de contratación.
Las transformaciones no se realizan solo con presentaciones en power point, ni con tecnologías más o menos sofisticadas. Las transformaciones siempre involucran a toda la organización: personas, procesos, tecnología y estructura.
Cosa distinta, es el ritmo de la transición. Hay que hacerlo con pasos, cortos, rápidos y seguros. Pero no podemos pretender que después de la transición al formato electrónico y al diseñar la transformación digital de la contratación, la organización siga igual: un departamento de contratación que gestiona y conoce la ley, departamentos promotores que piden bienes y servicios, órganos de contratación que sufren la burocracia y el ritmo lento del formato papel, la intervención que no tiene las herramientas que arrojen luz y taquígrafos sobre trámites y documentos y unos servicios jurídicos que tienen que seguir el ritmo acelerado de los cambios jurídicos.
Tener presente la visión global de lo que significa esta transformación digital, que además será general en el sector público, es un hecho que puede influir en el éxito o fracaso de todo el proceso.
Todas las organizaciones de nuestra sociedad están «sufriendo» o experimentando la acuciante necesidad de realizar la transformación digital. Es acuciante porque no puede ser gradual. Si no se hace de golpe las organizaciones sencillamente desaparecen. Hay muchos y sonoros ejemplos de ello.
¿Y las organizaciones del sector público? También desaparecerán si no realizan esta transformación? No lo sé. Pero se me antoja que si no se realiza esta transformación las organizaciones públicas no ofrecerán a la sociedad el servicio que esta está demandando y seguiremos viendo en la contratación pública falta de transparencia, concurrencia, igualdad de trato, y no alcanzaremos los resultados previstos de la inclusión social, la innovación, el medio ambiente ni en el apoyo a las pymes. Esto degradará nuestros territorios y las sociedades que se articulan en ellos.
Como reflexión final, en mi opinión, hay que entender que el servicio de contratación como palanca de productividad requiere de esfuerzos y trabajos que nos van a costar mucho tiempo y trabajo a todos, administraciones, ciudadanos y empresas. El beneficio, como ya se ha demostrado, es muy grande, pero ni es gratis ni es inmediato.
CONFERENCIA SOBRE ESTÁNDARES E INTEROPERABILIDAD
El próximo 15 de septiembre se va a celebrar una Conferencia sobre estándares e interoperabilidad en la Universidad de Alcalá. En este enlace tienes los detalles para los que queráis inscribiros y decidir sobre qué temas querríais que se hablara y a qué ponentes os gustaría escuchar.
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