Las líneas convergentes, claras y difusas, de la contratación púbica.

 

Después de reflexionar sobre el estado de la contratación pública en España y en Europa, y de ver el ánimo y la energía que suscitan los cambios que se nos avecinan en los agentes de la contratación, creo que empiezan a definirse algunas líneas claras de convergencia hacia las que tiende la contratación pública.

Pero la visión que tengo de estas líneas es personal y basada en mis propias observaciones y supongo que en mis propios intereses.

Esta visión la forman unas cuantas líneas de tendencia algunas de ellas muy claras y otras no tanto. No son muchas pero a lo mejor coinciden con las de los lectores. Voy a tratar de definir como yo entiendo estas líneas que están empezando a definirse o que ya se han definido de forma clara.

Lineas claras.

El formato electrónico integral y de extremo a extremo en la contratación pública.

Esta línea es imparable pero como casi todo en la vida tiene luces y sombras. Las luces las hemos relatado aquí, y son fundamentalmente la capacidad que tiene el formato electrónico de ser mucho más efectivo y permitir la toma de decisiones basadas en datos y de ser absolutamente trasparente u opaco, pero a voluntad.

Es decir el papel es opaco lo queramos o no. El formato digital es trasparente en su naturaleza, pero opaco si es eso lo que se pretende. Por ejemplo la confidencialidad de las ofertas está mucho más protegida en formato digital que en formato papel. Sin embargo la transparencia es mucho mayor en formato digital que en formato papel.

Pero también hay sombras. En la entrada del blog de fiscalización: Control externo y ciberataques, se hace una reflexión sobre el salto cualitativo  en la gestión que supone el formato electrónico y sus posibles consecuencias.  La mayor consecuencia de la transición al formato digital es la sensación de pérdida de control que tienen los agentes a los que les ha sobrevenido el formato digital de golpe. Es un cambio cultural muy grande y que en mi opinión no está siendo bien tratado. Estamos en las herramientas y no nos fijamos en las personas que tienen que utilizarlas…

El aumento de las regulaciones y la necesidad de simplificarlo o utilizar herramientas que oculten la complejidad jurídica.

Esta característica viene siendo una constante desde que empecé en el año 1998 a trabajar con sistemas de contratación pública electrónica. La profusión y complejidad de normas hacen el servicio muy lento y farragoso. Para esto la tecnología de la información debería ser el aliado natural de los servicios jurídicos y  la forma en que las normas pueden ser simplificadas y entendidas por todos. Pero de momento no parece que este sea el caso.

La transformación digital del servicio de contratación.

Esta línea se caracteriza por los siguientes trazos, unos más claros que otros, pero en general, bastante definidos:

  • Utilizar los datos que produce la contratación pública electrónica para entender el contexto y diseñar políticas públicas con rapidez y agilidad.
  • Utilizar la capacidad de relación social que permite el formato electrónico para gestionar proveedores y proponerles una relación más inclusiva y trasparente en la cadena de valor de los organismos públicos.
  • Gestionar las oportunidades sociales y económicas de la fuerza del presupuesto de contratación: inclusión social, medio ambiente, ayuda a las pymes…
  • Afrontar los nuevos retos que emergen del formato digital. Por ejemplo a tratar a quién y cómo debe beneficiar el  Open Data de la contratación pública. Si los datos son el nuevo petróleo, la nueva energía de las organizaciones, quién y cómo tiene o puede tener acceso a los datos de la contratación pública. A todos….

Líneas difusas.

La innovación en la contratación pública.

Creo que hay una línea clara para unir la innovación en los organismos públicos, utilizando la energía de los emprendedores, la contratación pública de innovación, el capital riesgo, y las universidades …

La nueva forma de entender la economía del bien común.

En este video se habla de la economía del bien común y en mi opinión esta debería ser un foco de atención clara de la contratación pública.

Es decir la forma directa de redistribuir las pequeñas o grandes injusticias que produce el mercado y de propiciar un mercado mucho más libre a través de la contratación pública. Haciendo libre y trasparente toda la información de que disponen los proveedores para hacer sus ofertas. Pero de forma efectiva y sostenible. Es decir con concurrencia, mérito y competencia.

 

Es posible que haya más líneas pero yo he destacado estás. ¿Vosotros veis alguna más o alguna distinta?

 

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