Recientemente hemos impartido un taller de diseño de intervenciones para el cambio cultural en la transición a la contratación pública electrónica.
Y un poco después apareció esta entrada de Angel Alba de Innolandia : Aprendiendo de IDEO a involucrar a las personas para innovar
Quiero utilizar esta coincidencia para reforzar el beneficio que a mi entender puede producir este tipo de talleres sobre la transición a la contratación pública electrónica. Primero pongo los que Angel Alba entresaca de la comunicación de IDEO, y luego os pongo los de mi propia cosecha. Por si entre unos y otros podéis haceros una idea de si este tipo de iniciativas vendría bien en vuestras organizaciones.
Empatía transformadora.
Es una de las consecuencias directamente extraíbles del taller. Los participantes se ponen a pensar en las personas que intervienen en el servicio de contratación pública, confeccionan sus mapas de empatía y analizan los posibles fracasos de la transición y que necesitan para hacer esto. Y todo ello lo hacen con la idea inicial de un reto, que tiene una constante que se repite en forma de tres preguntas:
- ¿Por qué necesito hacer yo esta transición?
- ¿Por qué necesita mi organización hacer esta transición?
- ¿Por qué necesitan los contribuyentes que se haga esta transición?
Y no solo se trata del propósito más o menos explícito de los que intervienen en el servicio sino de llegar al final de la cadena: el beneficio de los principales interesados: los contribuyentes. (Todos somos contribuyentes, o deberíamos serlo)
El co-diseño.
No todos los interesados están por la labor, de hecho lo normal es tener una resistencia al cambio clara, explícita y bastante fuerte en cualquier organización. ¿Cómo podemos cambiar esta resistencia al cambio por un compromiso individual y organizativo a prueba de problemas insuperables? Con la participación de los implicados en el diseño de las intervenciones que ellos mismos tienen que llevar a cabo.
Una forma de no ser pasivo es que te ofrezcan participación genuina desde el minuto cero. Y eso es uno de los rasgos de este tipo de talleres. Los implicados, los llamados a participar no pueden alegar luego ignorancia, falta de empoderamiento, falta de conocimiento, …
Se les da la oportunidad real y genuina. De aprender, de practicar, de enseñar de avanzar… y se explica la necesidad del cambio.
La visión compartida.
Para mi esta es la más potente. Es dar a las personas la capacidad de influir y cooperar para hacer realidad una visión de la contratación pública que ahora deja mucho que desear.
Y no es una forma vacua de pedir ayuda, o simple postureo, sino algo directo, tangible, algo en lo que nos podemos equivocar y tener que volver a empezar.
La capacidad de aprender
Soy consciente, creo que todos somos conscientes, en que vivimos en una sociedad y dentro de unas organizaciones en las que el estatus y el poder están en manos de los que “saben”, supuestamente. No quiero ser irónico, ni mucho menos. Pero hay una gran diferencia entre los que saben cómo tienen que hacerse las cosas y los que saber hacer experimentos seguros en como tienen que hacerse las cosas. Sobre todo en un entorno tan cambiante como el actual. Es decir, los que nos dirigen no saben más que el resto porque no han dirigido en el entorno nuevo y tan cambiante al que nos dirigimos (o incluso ya estamos).
Los talleres dan la oportunidad de aprender de forma humilde pero muy potente porque es un aprendizaje colectivo. Es posible que alguien pueda pensar que aprender, por lo que implica de estar equivocado, sea una merma de poder, o algo que no puede ser admitido fácilmente en una organización jerárquica. Pero no creo que haya alternativa y aprender con los tuyos siempre es mejor que equivocarte solo, con todas las consecuencias que esto tiene para la organización.
La opción de generar experimentos con un riesgo asumible.
Esta es una opción que entra dentro de la propia metodología del design thinking, se trata de iterar hasta conseguir el mejor resultado posible validado. No teórico. Real.
Tener una organización que pueda repetir esta forma de enfrentarse a los problemas es tener mucho ganado para mejorar incluso para enfrentarse a disrupciones importantes. Si. También dentro del sector público.
Espacios y Conversaciones
Espacios y conversaciones que nos permitan compartir relatos, experiencias, conocimientos, dudas, preguntas, respuestas. Este es el mayor beneficio de todos.
Estos espacios pueden ser físicos o virtuales, o mucho mejor, pueden ser de los dos tipos y se utilizados para mantener conversaciones honestas que permitan avanzar en el mejor de los servicios de contratación posible.
Reflexión final
La corrupción se acabará. Las puertas giratorias que utilizan las influencias interesadas se acabarán. La cultura meritocracia y de sostenibilidad económica, social y medioambiental terminará triunfando.
Y todo esto se conseguirá en un entorno digital que aporte luz y taquígrafos de forma automática, y sobre todo que aporte datos estructurados en todos los niveles de cualquier proceso.
Datos que van a permitir mejores decisiones en un mercado de contratación pública mucho más efectivo. Un mercado que cada vez utilizará más y mejores recursos y dirigido por personas con auténtica y genuina vocación de servicio.
Estas personas serán capaces de escuchar a los ciudadanos, hacer las mejores propuestas de gasto en contratación pública, conseguir los resultados óptimos en este servicio y rendir cuentas sobre el presupuesto empleado en la contratación.
No estamos tan lejos. A lo mejor no hacemos un cambio muy organizado pero seguro que podemos hacerlo bien.