Contratación estratégica.

Esta es la segunda entrada de las tres que había comentado alrededor del futuro de la contratación pública. Las tres entradas son:

Para comentar mis reflexiones alrededor de la contratación estratégica ha venido en mi ayuda, sin yo esperarlo, un conjunto de comunicaciones de la Comisión Europea, de la que dimos cuenta en esta otra entrada: Haciendo que la contratación pública funcione en y para Europa

En esta comunicación existen tres líneas de actuación fundamentales y un conjunto de áreas prioritarias recomendadas. Las líneas de actuación fundamentales son:

  • Hay que generar un entorno de innovación alrededor de la contratación pública. En este sentido la Comisión ha lanzado una consulta que culminará en enero del próximo año. Trataremos de dar nuestra visión sobre la compra pública de innovación y la compra innovadora.

Además, esta comunicación de la Comisión Europea, identifica las seis áreas prioritarias para conseguir la contratación estratégica:

  1. garantizar una mayor aceptación de la contratación pública estratégica;
  2. la profesionalización de los compradores públicos;
  3. mejorar el acceso a los mercados de contratación;
  4. el aumento de la transparencia, integridad y mejores datos;
  5. el impulso de la transformación digital de la contratación pública;
  6. y la cooperación para contratar de forma conjunta.

Bueno, está claro que la contratación pública es una actividad que está infravalorada e infrautilizada. Mueve el 20 % del PIB, pero los resultados que se obtienen no son todo lo buenos que cabría esperar desde el punto de vista operativo, táctico y estratégico.

Vamos a seguir el método habitual de preguntarnos los por qués y para qués, los cómos y los qués, a la hora de identificar los cambios necesarios de cualquier actividad, en nuestro caso la contratación pública:

Los por qués del cambio

No estamos consiguiendo los resultados esperados, y hay un temor que percibe la ciudadanía y las empresas en que los impuestos no se emplean de forma adecuada en todas las ocasiones, y sobre todo que no hay un interés real en mejorar el uso del dinero público.

Los para qués del cambio

Para que la sociedad obtenga el máximo valor posible de sus impuestos y se puedan utilizar de forma estratégica para abordar los problemas que la sociedad identifique como prioritarios.

Los cómos del cambio.

En este punto es donde yo creo que hacemos aguas. En mi opinión el servicio de contratación es un servicio de intermediación entre los ciudadanos (sus impuestos) y el mercado (los proveedores) que realiza el sector público a través de este servicio de contratación.

Maximizar el valor entregado a los departamentos peticionarios de bienes y servicios es ayudarles a entregar más valor a los ciudadanos y empresas. Si el gasto está planificado siguiendo unas políticas de compra pública definidas y establecidas, el valor no solo será máximo sino que además producirá un apalancamiento productivo.

Los qués del cambio

Se identifican las normas (hay una nueva ley de contratos del sector público), pero aún no se ha visto el dinosaurio en el escenario. Las tecnologías de la información (conocimiento) van a tener que entrar de lleno en un escenario, como protagonistas, donde no se las espera ni se les concede ningún papel estelar. Y eso puede tener consecuencias desagradables: el 80 % de los proyectos de cambio que implican tecnología fracasan (más plazo, más presupuesto, menos resultados).  Se confunde tecnología con herramientas. Y la tecnología es conocimiento en la mente y el espíritu de las personas.

Con todo lo anterior y a modo de resumen, que siempre es escaso pero nos permite entender el contexto, creo que se pueden entresacar algunos principios básicos para permitir que los organismos puedan acceder a la contratación estratégica.

PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN ESTRATEGICA:

  • LA CONTRATACIÓN INTEGRAL. (Léase integral en la dimensión de completo, no en la dimensión de honradez). Si hacemos que la contratación pública dependa del ritmo y adecuación de la administración electrónica, tendremos una administración muy bien organizada que no entrega NUNCA el valor máximo posible en el servicio de contratación. Y esto es una decisión: ¿todos los gatos tienen que tener el mismo color?, o ¿hay algún gato que sabe cazar ratones de forma excelente, aunque no tenga el mismo color que el resto de los gatos? La tecnología es una herramienta al servicio de la función de la contratación (valor) o la tecnología es un fin en sí misma al servicio del departamento de tecnología (dar uniformidad).
  • LA DIGITALIZACIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL DE LA CONTRATACIÓN. La trasformación digital de la contratación es otra forma de indicar que cada organismo sea capaz de identificar, definir y alcanzar sus objetivos estratégicos alrededor de la contratación pública. Pero tal y como dicen la propia nombre transformación digital implica lo digital, porque sin un formato digital completo-integral no podemos hacer la transformación. Ni pretender según qué objetivos estratégicos. Y ahora todos los servicios de contratación están enredados en el digital. Y ese digital no es interoperable.
  • LA PROFESIONALIZACIÓN. Las personas primero. No se puede mover el 20 % del PIB sin personas potenciadas al máximo: conocimiento que se materializa a través de métodos y herramientas modernas. Pero la profesionalización no es conocer herramientas, la tecnología es conocimiento no es la herramienta. Este es uno de los malentendidos más difíciles de gestionar. Las herramientas hay que aprender a usarlas pero no van a profesionalizar a nadie.
  • LA INTEROPERABILIDAD. Se necesita una visión clara y concisa que pueda ser utilizada como relato por cualquier agente (público o privado) que intervenga en este servicio. El relato no puede ser solo del servicio público. El mercado y los ciudadanos son importantes. El mercado, los proveedores, tienen que poder acceder a la oferta de contratación pública de cualquier estado miembro. La ciudadanía tiene que poder acceder a información útil sobre cómo y donde se gastan sus impuestos (datos abiertos y accesible que siguen las normas de confidencialidad y gobernabilidad de los datos).
  • LOS DATOS: LA COMPLEJIDAD DE LOS PROCEDIMIENTOS y LAS POSIBLIDADES DE LA EXPLOTACIÓN. Ya sé que no estamos inventando la rueda. Pero a veces veo que seguimos empujando un bloque sin ruedas. La complejidad de la ley se resuelve con analítica de conformidad (bots que indican qué procedimiento y tareas son más adecuados en cada expediente en función de los resultados conseguidos en expedientes anteriores), la complejidad de los procesos con minería de procesos, y la búsqueda de patrones y mejora de la contratación mediante las técnicas de minería de datos. Claro antes hay que realizar los pasos previos de definición de arquitecturas, gobierno de los datos…. Es decir, que lo que hay que entender es que hay un conjunto de actividades nuevas que tienen que ser realizadas de forma coordinada entre un equipo multidisciplinar. La contratación pública necesita otras disciplinas más allá del derecho administrativo sin dejar de trabajar con los expertos en derecho administrativo, pero atendiendo a los nuevos roles que aparecen en un contexto cambiante como el que vivimos (Tecnología=nuevo conocimiento).

Es posible que haya más principios, pero estos me parecen bastante importantes para que cada organismo pueda alcanzar los objetivos estratégicos que se proponga.

MI REFLEXIÓN FINAL.

La estrategia no puede tener el mismo peso en un organismo que mueve 100.000 euros al año, que en un organismo que mueve 100 millones de euros al año. Pero probablemente tendrá los mismos principios. Todos los organismos tienen que tener contratación electrónica INTEROPERABLE (digitalización), pero los niveles de la contratación estratégica (transformación digital) deberán variar en función de los objetivos, el contexto y las posibilidades de cada organismo.

Conseguir la contratación estratégica no es una labor institucional solo, también es una labor de cada organismo. Las instituciones tienen que apoyar, instruir y generar los entornos que permitan que cada organismo aplique un esfuerzo que le permita tener resultados estratégicos. La ejecución final de cualquier estrategia tanto de los organismos como de las instituciones pasa por que cada organismo y sus individuos consigan o no los resultados que se definan a través de sus comportamientos.

De momento, en mi opinión, las instituciones no están cumpliendo la función de dar visión, orientación y soporte:

  • La Comisión Europea ha generado una directiva que obliga a la contratación electrónica pero no ha obligado a utilizar un estándar (CEN/TC 440 – Electronic Public Procurement) que impida la segmentación tecnológica del mercado de contratación pública (esa es la realidad a día de hoy). No han entendido el dinosaurio que hay en el escenario. No le han dado ningún papel estelar. Y el dinosaurio va a intervenir sin orden ni concierto. Y sus intervenciones son caras.
  • Las instituciones nacionales no coordinan las constantes iniciativas que han surgido y están surgiendo alrededor de esta necesidad (la contratación electrónica y estratégica). Muchas instituciones están ocupadas en desarrollar software, pero su función es coordinar y fomentar soluciones interoperables entre todos los organismos, dentro y fuera del territorio nacional. Hay muchos actores que pueden hacer software, pero solo las instituciones tienen la autoridad y la capacidad para coordinar todas las iniciativas y los esfuerzos (muchos) que hay que llevar a cabo.
  • Tenemos una ley de contratos del sector público que será aprobada próximamente en la que habla de estrategia (artículo 334, Estrategia Nacional de Contratación Pública), y se establece qué objetivos persigue, pero la parte más difícil de la estrategia es decidir que NO se va a hacer y cómo se van a superar los OBSTACULOS para conseguir lo que SI se va a hacer.

La contratación estratégica es un cambio fundamental que requiere cambiar las creencias antes que cambiar los comportamientos.

Las principales creencias que hay que cambiar:

1- Sobre el servicio de contratación

Creencia actual: El procedimiento de contratación es un proceso administrativo que debe seguir un camino establecido con independencia del resultado final obtenido.

Nueva creencia: La contratación pública es un servicio de intermediación que ofrece el sector público regulado por el derecho administrativo que debe proporcionar el máximo valor posible a ciudadanos y empresas.

2- Sobre la tecnología digital

Creencia actual: La tecnología son herramientas y métodos.

Nueva Creencia: La tecnología es conocimiento y productividad

Si no cambiamos estas dos grandes creencias será muy difícil cambiar los comportamientos para conseguir una contratación estratégica.

Seguimos.

 

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