En el blog de Innovación 6.0 se publica una entrada alrededor de los sistemas y su evolución . La entrada nos comenta que cualquier sistema necesita para su continuidad una adaptación que le permita seguir el paso de la evolución continua del entorno. Esta adaptación conlleva siempre cambios para los que son necesarios la existencia de tres elementos necesarios: capacidades, presiones e incentivos.
- Capacidades: Saber hacer, saber a qué tengo que cambiar
- Presiones: Una necesidad para cambiar, una urgencia para realizar el cambio
- Incentivos: una motivación (¿personal?) que me obligue a esforzarme.
Si hacemos una analogía con la contratación pública y su transición al formato electrónico podemos concluir lo siguiente:
- La contratación pública es un sistema
- La transición al formato electrónico es una necesidad de adaptación ineludible.
- Para que cualquier sistema evolucione, se requiere de capacidades, presiones e incentivos.
- Las capacidades para evolucionar (la transición) son las que nos pueden ofrecer los sistemas de información, pero sobre todo la autonomía y competencia en el formato electrónico de los agentes que intervienen.
- Las presiones, para la evolución, pueden ser de naturaleza diversa: presiones fuertes, los requerimientos jurídicos para que el formato electrónico sea obligatorio, y presiones ligeras, las que pueden presentarse como mejoras oportunas para adaptarse a los tiempos y que las administraciones guíen y lideren el paso a la economía digital.
- Los incentivos, en el caso de la transición al formato electrónico, están muy difuminados. Los incentivos de la transición son la sociedad y el presupuesto de las administraciones y de forma colateral los incentivos de las empresas que se ven obligadas a aprender el formato electrónico y de esta manera reducen los costes de participación en la contratación pública. Pero los agentes que tienen que tener unos incentivos materiales o inmateriales, que les generen la motivación interna.
Reflexión final:
En la transición (evolución necesaria) de la contratación pública (sistema) al formato electrónico (sociedad del conocimiento) hemos visto capacidades suficientes, pero sin embargo no existen presiones para realizar la transición (no hay urgencia), y lo que personalmente no he percibido son incentivos claros (falta de motivación) para alentar el esfuerzo de cambio y capacitación que los agentes requieren para realizar esta transición.
¿Vosotros creéis que la transición al formato electrónico de la contratación pública debería de tener presente estos tres factores para realizarse de forma óptima? ¿Habéis conocido alguna experiencia en la que hayáis visto estos tres factores presentes en la transición?
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Yo me quedo con las presiones y con los incentivos. Creo que las capacidades son más fáciles de adquirir o, en su caso, incrementar mediante la formación. Los otros elementos no sé muy bien cómo conseguirlos.
Yo creo que las capacidades son fáciles, el problema desde mi punto de vista son los incentivos. Los beneficiarios reales de la contratación pública electrónica es la sociedad: los ciudadanos, las empresas, la administración. Y ese incentivo queda un poco difuminado para el funcionario que tiene que aprender muy rápido el formato electrónico, y a lo peor también ayudar a las empresas en el ya de por sí complicado trámite de la licitación.