Ya circulan los borradores de la nueva ley de contratos que obligan al formato electrónico

 

 

Ya están circulando para su revisión y consulta inicial, los borradores de las nuevas leyes de contratos  que serán, previo trámite parlamentario para su discusión modificación y aprobación, el resultado de la transposición de las directivas comunitarias de contratación al régimen jurídico nacional.

Como sabéis, estas directivas son las que obligan a utilizar el formato electrónico en la gestión de la contratación pública, principalmente en aquellas fases que permiten la generación de un mercado único de contratación pública paneuropea electrónica, interoperable y asequible. Aunque también es importante recordar que la recomendación de la Comisión Europea es que la contratación pública sea electrónica en todas sus fases: de extremo a extremo, y en todos sus trámites y documentos.

La fase más complicada para su transformación es la de la licitación electrónica (la publicación de anuncios y pliegos está muy avanzada, y la facturación electrónica ya está  en marcha, con sus luces y sombras).

Los plazos que ha dado la Comisión Europea para realizar la transición al formato electrónico en la licitación de modo general, es el tercer trimestre de 2018.

Podemos pensar que tenemos tiempo de sobra. Pero me temo que no es así. Esta transformación requiere no solo de sistemas de información que permitan la licitación electrónica requiere de muchas más cosas.

Si enumeramos los principios dela norma ISO 38500 de Gobierno Corporativo de la tecnología de la información, para tenerlos en cuenta veremos cuantas cosas hay que tener en cuenta (especialmente el último principio).

  • Responsabilidad: Cada uno en su área de competencia.
  • Estrategia: para materializar la visión compartida alrededor de este servicio.
  • Adquisiciones: que productos y servicios tenemos que contratar.
  • Rendimiento: Para qué, qué queremos conseguir qué resultados.
  • Conformidad: Con que normas hay que ser conforme. Fundamental la interoperabilidad.
  • Factor Humano: Las personas primero.

Hacer una buena transición requiere de muchos elementos y de la colaboración y coordinación de muchos esfuerzos. No caigamos en el repetido y tremendo error de pensar que tenemos tiempo de sobra. No lo tenemos y la gestión óptima de la contratación pública puede reportar grandes beneficios a la sociedad, tal y como recientemente nos recordaba la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

Dicho esto, considero que lo primero es hacer una lectura de los borradores, que nos darán una primera visión de que es lo que nos espera en los años próximos y nos permitirá pensar en cómo tenemos que prepararnos individual y organizativamente para afrontar todos los cambios que se nos vienen encima.

 

4 comentarios en «Ya circulan los borradores de la nueva ley de contratos que obligan al formato electrónico»

  1. Yo lo tengo hace unos días y le hemos estado echando un vistazo así de forma general. Ya ire poniendo lo que encuentre curioso pero en principio creo que, de nuevo, vuelve a ser una Ley hecha desde lejos… Vamos que para el trabajo diario ya veremos como nos apañamos. Y en esto incluyo todo lo relativo al cambio a electrónico. En fin…

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    • Gracias Charo,

      Con tus comentarios y el resto de aportaciones que vayamos recopilando iremos publicando los asuntos más importantes alrededor de la transición al formato electronico. A ver si nos sale todo bien, a todos.

      Un abrazo, Manuel

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  2. Hola Manuel, yo creo que no se ha tenido ni se tiene una visión del problema. Se está exigiendo un cambio «integral» en la gestión de la contratación pública o en la gestión del procedimiento administrativo común.

    Es un cambio radical se quiere pasar en todos los expedientes administrativos en general y en la contratación pública, en particular, al PAPEL CERO.

    Estoy leyendo la memoria de impactos y nada se dice de formación, información, difusión, comunicación …, para gestionar estos cambios tan radicales.

    Por otro lado, algo se dice del tema presupuestario, según leo, «la plena aplicación de las previsiones legales va a requerir un cierto esfuerzo presupuestario, que en parte se está asumiendo anticipadamente, en la medida que la mejora de los procedimientos de contratación, publicación, centralización y el desarrollo de la contratación electrónica, son objetivos autónomos del Gobierno que deberían abordarse independientemente de la reforma normativa cuyos efectos describe la presente memoria. de contratación, publicación».

    En fin, que parece que no se han contemplado los impactos que pueden tener la falta de gestión de factores de éxito en el cambio de gestión que se exige.

    Sería bueno, prever en esa memoria un análisis más «sesudo» de qué se podría hacer con el mínimo dinero posible para conseguir lo que el artículo de la ley, porque si no…

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  3. Hola Guillermo,

    Como sabes estoy dando últimamente algunos cursos sobre la transición al formato electrónico, y efectivamente, falta mucha información y formación para que podamos hacer esta transición de forma adecuada(óptima), en todos los órganos de contratación.

    No sé si habrá o no presupuesto para esta transición, pero, si trato de aplicar el sentido común (el mío), creo que cualquier organización (publica, privada o familiar) se gastaría el presupuesto suficiente (eso significa suficiente, ni más ni menos) para gestionar un servicio de compras que estima obtener el 10 % de beneficio sobre el presupuesto de compra a partir de esa nueva gestión.

    El problema, en mi opinión, no es el presupuesto de la transición óptima, El problema es que si no hacemos bien la transición nos podemos comer (tirar por la borda) en ineficiencias todos los beneficios y lo que nos pongan por delante. Y eso lo hemos visto todos.

    Pero la solución está en nosotros mismos. No creo que haya nadie que nos vaya a venir a resolver como hacer esta transición de modo óptimo y que podamos ofrecer los beneficios a la sociedad que paga sus impuestos. Creo.

    Mi conclusión es que si lo hacemos bien, el coste de la transición, es mucho menor que el beneficio que supone dicha transición. Por tanto la oportunidad y el riesgo es hacer una transición óptima. Y eso no es fácil pero no es imposible.

    Un saludo, Manuel

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