Los retos de la contratación pública electrónica.

La contratación pública electrónica es una necesidad de las sociedades modernas, en lo relativo a empresas y administraciones, al permitir y fomentar  que las compras públicas generen un entorno de competitividad y productividad orientados al progreso y el bienestar.

El volumen de recursos que moviliza y todas las posibilidades que tiene de regular y redirigir esfuerzos para balancear los desequilibrios de sociedades complejas, hace de la contratación pública una auténtica palanca que puede ser utilizada para aumentar la competitividad y la productividad del tejido económico de la sociedad además de para reequilibrar áreas clave que permitan a la sociedad avanzar (medio ambiente, inserción social, innovación, participación privada, gestión integral…)

Pero, ya hemos comentado  que no es fácil. Y las dificultades son muchas y variadas. A la hora de acometer la TRASFORMACIÓN al formato electrónico de la contratación pública encontraremos  dificultades que podemos agrupar en la siguiente clasificación. (Les voy a dar el nombre de “reto” por aquello de ser positivo, pero si no tuviera que ser positivo les llamaría “problemones”).

RETO DE IDENTIFICACIÓN DE RESPONSABLES.

–         No es fácil identificar de forma clara quién y cuándo tiene la responsabilidad de llevar a cabo esta trasformación. Es bastante más complicado de lo que pudiera parecer a simple vista. O al menos a mí me lo parece.  No es sólo un problema de autoridad, es también un problema de motivación y saber involucrar  a las personas que intervienen en el proceso.

RETO TECNOLÓGICO

–         Los estándares que permiten la interoperabilidad tienen muchos problemas legales y de coordinación de esfuerzos. Además hay que pensar en que los proyectos no tienen solo dimensiones funcionales (Archivo, Relación, Tramitación y Explotación) sino temas no funcionales como seguridad, rendimiento , confidencialidad, auditabilidad, ….

RETO SOCIAL

–         La contratación pública es una palanca de productividad y competitividad para las empresas, pero su adopción generalizada supone un auténtico problema organizativo y de gestión que hay que evaluar, dirigir y monitorizar.

–         Permite una redistribución de recursos orientados a sectores desfavorecidos o con riesgo de exclusión (inclusión social, medio ambiente, tecnología innovadora…)

RETO ADMINISTRATIVO

–         Trata de fomentar la trasformación de una función administrativa actual y basada en el papel, a una actividad orientada a una función mucho más económica sin abandonar la conformidad con las leyes y los reglamentos en el ámbito administrativo correspondiente.

RETO DE GESTIÓN del CAMBIO CULTURAL

–         Conseguir el cambio de cultura que requiere el formato electrónico desde el formato papel. Este es un gran cambio.

RETO DE ESTRATEGIA

–         Conseguir realizar la trasformación con recursos escasos, baja involucración de los agentes, sin hacer más complejo el procedimiento, incrementando la concurrencia y las herramientas que sacan provecho del formato electrónico.

Todos estos retos se pueden descomponer en hechos mucho más concretos y que podemos identificar claramente para poder hacerles frente con ciertas garantías (probabilidades) de éxito.

¿Vosotros pensáis que existen más retos en la TRASFORMACIÓN de la contratación pública al formato electrónico? . Y por otra parte ¿creéis que todos estos retos se tienen en cuenta cuando se inicia un proyecto de este tipo?

Si te interesan estos temas únete a la red formal de contratación pública electrónica

Te esperamos (necesitamos)

 

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.