El ranking de los servicios públicos europeos digitales: la contratación pública electrónica

Capgemini acaba de  publicar la última versión de su evaluación comparativa de los servicios públicos digitales en toda la Unión Europea, continuando con una tradición iniciada por la Comisión Europea hace ya varios años.

Todo el mundo comenta que a estos informes, hay que darles un valor “distinto” del que a primera vista pudieran proporcionar. Tienen una importancia política grande ya que pueden ayudar a los estados miembros a impulsar aquellas áreas que se van quedando detrás comparativamente en relación a otros estados.

Andrea DiMaio hace una crítica sobre el informe que también es conveniente leer.

En este enlace he dejado una traducción libre y personal del apartado de contratación pública que aparece en el citado  informe para que sea más comprensible para los hipotéticos lectores del blog, y podamos establecer puntos comunes de conocimiento sobre los que construir opiniones. Creo que merece la pena, por la visión general que ofrece,  una lectura tranquila y reposada del documento porque nos ayuda a sintetizar la situación y a proponer estrategias que permitan proteger las inversiones y garantizar los resultados.

En el informe aparece la contratación pública electrónica (lo ya sabido) como un servicio básico fundamental que ha sido recogido en todas las manifestaciones políticas y económicas de la Unión Europea: La estrategia Europa 2020, La Agenda Digital Europea, Los libros verdes de contratación pública y de contratación pública electrónica, las consultas sobre Identificación Digital y Firma electrónica….

Pero la contratación pública electrónica debería tener un indicador fundamental que no está relacionada en el informe: Cuantas transacciones electrónicas han sido hechas por un proveedor hacia una administración pública que podrían haber sido hechas contra otra administración cualquiera de la Unión Europea, utilizando los mismos formatos y las mismas herramientas. Este es el indicador que hay que tener en cuenta, el de la interoperabilidad. Este es el indicador que marca la posible  segmentación del mercado y es el que se debería de medir para proteger las inversiones públicas, para aumentar la competitividad y productividad del tejido empresarial, y para conseguir el objetivo del mercado único de contratación pública panueropea. Si no es así no conseguiremos el famoso “más con menos”. Sino lo contrario. Será impulsar el “menos con mas”.

Si pasamos de un formato (el papel) bastante interoperable, aunque muy difícil de trasportar y de gestionar, a otro formato (el electrónico) sin interoperabilidad y con una gestión segmentada, estamos acelerando el caos (el formato electrónico acelera lo que toca). Y esto no aparecen en el informe, ni figura  en el ranking. Y sin embargo es hacia lo que nos podemos estar dirigiendo con mucho esfuerzo y una cantidad importante de recursos. Por eso es imprescindible dotar de interoperabilidad al formato electrónico de la contratación pública.

Los rankings son importantes, pero no se trata de medir cualquier cosa, que nos permita la complacencia. Se trata de medir aquel parámetro que nos acerca al objetivo. Y el objetivo es el mercado único de contratación pública paneuropea. Y si este no es el objetivo, bien, indíquennos cuál es, y le pondremos el indicador apropiado.

En mi opinión el informe es una buena aproximación con medidas útiles y una panorámica general aceptable. Pero si descendemos a los detalles (es donde se esconde el diablo) vemos que hay una visión distinta de la realidad percibida (lo que cada uno sabe de su entorno cercano)  y lo que aparece en el informe.

No obstante si que puede dar una idea clara de cómo se van moviendo las cosas, siempre con alguna paradoja como por ejemplo que muchos países han llegado al 100% de los servicios de contratación pública electrónica y sin embargo la Comisión Europea en su libro verde informa de que solo se está realizando en formato electrónico el 5 % de la contratación pública.

Hace un buen repaso en este servicio fundamental en cada una de las subfases de las dos grandes fases en que divide el servicio: procesos pre-adjudicación y procesos post-adjudicación.

Tal y como se puede leer en las conclusiones queda mucho trabajo por hacer y sobre todo mucha coordinación y mucha interoperabilidad y estándares para alcanzar el mercado único de contratación pública paneuropea.

Por último quisiera recomendaros que le echéis un vistazo al informe general.

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2 comentarios en «El ranking de los servicios públicos europeos digitales: la contratación pública electrónica»

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