¿Quo Vadis Contratación Pública Electrónica?

Hay una serie de hechos y tendencias que nos permitirían intuir hacia donde va la contratación pública electrónica en nuestro país. Pero yo no estoy seguro. Estos hechos y tendencias son los siguientes:

–         La nueva propuesta de directiva de compras de la Unión Europea que promueve la transición a la contratación pública electrónica en el plazo de 2 años. Con unas tendencias sobre el mercado único que hay que tener en cuenta.

–         Las iniciativas estratégicas de nuestros vecinos que apuntan en esta dirección y que ya van tomado forma (Francia, Portugal, Reino Unido, Austria, Suecia….).

  • Hay un documento muy interesante sobre estas estrategia  del Reino Unido que podéis descargar previo registro de esta dirección:

–         Las iniciativas de momento descoordinadas a nivel estatal que tratan de  sacar provecho a un volumen de recursos (alrededor del 18 % del PIB) de una forma coherente

–         Las últimas noticias sobre

  • La posible modificación del código penal por la mala gestión del gasto público (son necesarias herramientas que permitan el control de la contratación e información trasparente de su gestión)
  • Los casos de corrupción y falta de trasparencia en la gestión de la contratación
  • Necesidad de incrementar la productividad y competitividad de nuestro tejido producto haciendo asequible el acceso a mercados europeos e internacionales a nuestras PYMES. Lo contrario va a suceder y nos deja en una situación precaria (mas)
  • Mejora del déficit y crecimiento económico a través de la racionalización de las compras (agregación de oferta y demanda).

 Los propósitos (declarados) de la contratación pública

  • Cambiar su naturaleza de procedimiento administrativo por función económica para obtener la máxima eficiencia y eficacia en las compras de la administración pública
  • Ser una palanca de productividad  y competitividad,
  • un servicio de retorno de la sociedad en el que se fomente la concurrencia, la trasparencia y la igualdad de trato,
  • un contrapeso para movilizar recursos en políticas de innovación, medio ambiente e inclusión social

 ¿Cual es la herramienta que permitiría alcanzar estos propósitos?.

El formato electrónico, (es la única opción) con las cuatro funciones fundamentales de la contratación pública: el ARTE (Archivo, Relación, Tramitación y Explotación).

Sin el formato electrónico y las arquitecturas de tecnologías de la información que lo soporten de forma eficaz, los propósitos declarados son imposibles de alcanzar. De ninguna manera. No es posible.

¿Se trata sólo de utilizar herramientas?.

No. Hay que realizar la adaptación y habilitar las capacidades a través de las herramientas del resto de los elementos de la organización: personas, procesos y estructuras. Y sobre todo hay que gobernar (dirigir, evaluar y monitorizar) la transición y las tecnologías de la información que habilitan esta transición.

 ¿Como se puede organizar la transición al formato electrónico?

Con una estrategia “inteligente” que genere una aproximación coherente a las dificultades que tiene un cambio de esta envergadura. A grandes rasgos:

–         introducir los elementos de las Directivas y Leyes que no alteran los comportamientos de la función administrativa actual (personas, procesos y estructuras). Estos elementos son catálogos, sistemas dinámicos, acuerdos marcos y subastas electrónicos. Estos no tienen resistencia al cambio, porque no se realizan en la mayor parte de las administraciones.

–         Ayudar a comprender, entender y capacitar a las personas en los instrumentos electrónicos básicos: documento, firma, expediente, tarea, notificación,  registro de entrada electrónico…

–         Adaptar los procedimientos paulatinamente para que saquen partido de las características diferenciales del formato electrónico en contraposición del formato papel.

–         Revisar las estructuras y modificarlas en función de las necesidades reales de unas estructuras que permitan alcanzar los fines remarcados.

–         Medir, comunicar y mejorar los fines parciales que se vayan obteniendo, a través del análisis de datos (todos los datos posibles de la contratación).

–         Armonizar todas las iniciativas de las distintas administraciones a través de un estructura de coordinación a nivel estatal que a su vez esté coordinada con las intenciones expresadas por la Unión Europea a través de su Comisión.

–         Ayudar a las empresas (a las PYMES sobre todo) para que rápidamente consigan la capacitación necesaria para la transición al formato electrónico en sus funciones de acceso a la oferta, conexión con las redes públicas de contratación (PEPPOL), transaccionar en formatos estándares (CEN BII) con las administraciones  públicas y tener la capacidad de identificar digitalmente a las propias empresas y a sus representantes legales para hacer realidad el mercado único de contratación pública europeo asequible e interoperable.

Creo que este es el camino que debería de tomar la contratación pública en nuestro país. Más pronto que tarde. Para no volver a caer en el famoso maleficio de Ramón Menéndez Pidal “España es el país de los frutos tardíos” . A los frutos de la contratación pública electrónica, en mi opinión, no podemos llegar tarde.

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